Casi de la noche a la mañana el mundo entero tuvo que reinventarse para garantizar una continuidad, reinvención que también recayó, y cómo, en ENAIRE y, sobre todo, sus personas.

Las doce campanadas de 2020 no presagiaban que serían las últimas “normales” en algún tiempo, y marzo fue el pistoletazo de salida para un cambio de paradigma en el que hoy, un año más tarde, aún estamos todos inmersos, investigando sobre cómo será el mundo de mañana.

Han sido muchos cambios. Para todos. Para todo. Pero muchos han supuesto dar un salto en lugar de varios pequeños pasos que lleven, quizá, a un mismo fin, pero con varios años de adelanto.

En este contexto cambiante ENAIRE ha sido, es y sin duda será un ejemplo de cómo una empresa y todos los que forman parte de ella se reinventan para crear, entre todos, una empresa mejor.

En este camino que ya ha cumplido un año han sido muchos los cambios a los que hemos asistido. Quizá ya estemos acostumbrados a ellos y apenas nos demos cuenta, nos pasen desapercibidos. Pero vamos a adentrarnos en un corto túnel del tiempo para ver, a través de algunos de nuestros responsables, cómo hemos cambiado y, también, cómo ha cambiado ENAIRE.

Y comenzamos refiriéndonos a lo que nuestro director general, Ángel Luis Arias, siempre destaca como el principal valor de ENAIRE: sus personas, que según Javier Cámara (División de Diseño, Desarrollo e Implantación ATM) “han demostrado su profesionalidad y sabido adaptarse a los cambios en los hábitos de trabajo de una forma rápida y ágil, integrando las nuevas tecnologías en su día a día y encontrando nuevos modelos de organización sin la necesidad de la presencialidad”. Algo que ha sorprendido a Cámara es “cómo ENAIRE, a diferencia de otras empresas, ha identificado una ventana de oportunidad para reinventarse, apostando por la inversión y adelantándose al futuro, buscando posicionarse como empresa líder ante los cambios y retos que se avecinan, a futuro, en el sector del transporte aéreo”.

Otro de los mayores cambios que todos hemos experimentado es la manera de celebrar reuniones, lo que quizá ha afectado en mayor medida a las direcciones Canaria y Balear. En este sentido, Manuel Arrabal, director de la primera, considera que “ENAIRE es una empresa con gran dispersión geográfica de sus trabajadores, con lo que el salto cotidiano a la reunión online ofrece, sin duda, muchas ventajas. La primera es la reducción de costes en viajes y estancias. Pero además, y casi más importante que la anterior, es el ahorro de tiempo de los empleados. De ello, nos hemos beneficiado especialmente los residentes en Canarias, dado que antes para asistir a una reunión presencial en cualquier punto de la península nos pasábamos más tiempo volando que en la propia reunión, con la ineficiencia que conlleva”.

A pesar de estas ventajas, Arrabal asegura que “esto no implica que debamos prescindir de las reuniones presenciales, porque el trato humano es irremplazable y totalmente necesario. Pero sí debemos buscar ese punto de equilibrio que nos permita ser productivos y mantener y afianzar las relaciones personales de todos los empleados de nuestra empresa”. Dirección en la que, sin duda, ENAIRE está avanzando.

Por su parte, el director de la Región Balear, Toni Capó, nos confiesa que “echo de menos el contacto con mis compañeros directores en las reuniones mensuales; aunque fueran interminables, siempre había hueco para tomar algo juntos y coger fuerzas y sinergias. Pero también ahora estamos más cerca que nunca, pudiendo participar en el día a día de ENAIRE, conociendo mucho mejor el funcionamiento de las distintas unidades de Servicios Centrales y pudiendo organizar trabajos que involucran a varias divisiones de una manera mucho más ágil y fructífera. Incluso dentro de la propia Región, estando todos dentro del mismo edificio, se ha reforzado muchísimo la comunicación, sobre todo en la estructura, y asumiendo el reto de que llegue a todos los estamentos de la empresa. Eso sí, de vez en cuando tenemos que ir a Madrid, y de paso participamos en la recuperación del tráfico aéreo”.

Pero no sólo las reuniones “nacionales” se han visto afectadas; también, y mucho, han cambiado las de carácter internacional. Así lo manifiesta Mari Luz de Mateo (Dirección de Desarrollo Empresarial) cuando indica que “llevamos casi un año sin viajar a otros países por las restricciones impuestas, lo que no me había ocurrido nunca en mis 33 años de trabajo a nivel internacional”. De Mateo cree que “este rápido cambio hacia un modo de trabajo virtual va a prevalecer, sobre todo para reuniones cortas en las que el uso de la videoconferencia es más eficiente. Para reuniones más largas, por ejemplo de negociación, sigo pensando que la presencia física y el poder interactuar con las personas de tú a tú es esencial”.

Así lo reconoce también Javier Martínez (División de Estrategia y Transformación), para quien 2020 ha sido un año de transformación. “Sin duda hemos cambiado nuestra forma de trabajar y nuestra percepción de nuestro entorno laboral. Se han ralentizado muchas acciones de cambio cultural y en otras hemos avanzado rápidamente; las relaciones en los equipos y entre unidades se han reformulado y las cargas de trabajo han sufrido grandes cambios. En este contexto -se pregunta-, ¿cómo hemos cambiado las personas de ENAIRE nuestra cultura organizativa?”.

Para Martínez, las encuestas realizadas indican que “aún no hay una percepción común de que la transformación cultural en ENAIRE sea una realidad con resultados tangibles. En este contexto se han puesto en marcha a finales de 2020 varias iniciativas como parte del Plan de Transformación ENAIRE 5.0 incluido en nuestra estrategia (Plan de Vuelo 2025), entre las que destacan la creación de un Ágora de Transformación que sirva de marco para el diálogo abierto y la propuesta de acciones; la implantación de un Modelo de Excelencia EFQM basado en la transformación de la cultura organizativa, y la evolución hacia un Sistema de Gestión del Desempeño SGD360 basado en Valores”.

“Con estos tres elementos y las múltiples acciones de mejora organizativas que están en marcha, esperamos que 2021 sea un gran año para la transformación de la cultura organizativa en ENAIRE”, concluye.

Son sólo unas pinceladas de cómo hemos cambiado en sólo un año. Un año que, sin duda, pasará a la historia de ENAIRE como ese en el que la empresa y sus trabajadores fueron capaces de reinventarse para crear, entre todos, la nueva ENAIRE de hoy y, sobre todo, del mañana.

Seguro de que si nos adentramos de nuevo en el túnel del tiempo para vernos hace justo un año podemos volver al hoy y decir, con orgullo y en voz alta: “cómo hemos cambiado”.

Cambios en Sistemas de Información, Navegación y Vigilancia

Los compañeros de la División de Sistemas de Información, cuyo jefe es David Castro, han tenido que hacer frente a una situación que ha requerido adoptar un modelo masivo de trabajo remoto en muy poco tiempo. Esto ha significado nuevos desafíos en materia de conectividad, seguridad y administración. El director de Sistemas, José Luis Rodríguez Castro, destaca que “el esfuerzo de todo el equipo ha hecho posible compensar la menor eficiencia de las coordinaciones en remoto”.

La rápida implantación de los sistemas de información para el trabajo en remoto, la aplicación de herramientas de las que no hacíamos uso con anterioridad y el buen funcionamiento de todas ellas han facilitado en gran medida la ejecución del trabajo en remoto, lo que nos ha permitido ser eficientes y productivos; además, todo ello ha facilitado e incluso reforzado el contacto con los equipos de trabajo a pesar de las circunstancias de aislamiento en las que nos encontrábamos. Son mensajes que nos traslada el jefe de División de Navegación y Vigilancia, Nicolás Martín, que considera que la cuidadosa atención a los sistemas informáticos ha permitido, además, seguir desplegando y mejorando los sistemas de navegación aérea con voluntad, esfuerzo y sin perder continuidad. A día de hoy, no se conciben unos sistemas sin los otros; como no se conciben los equipos humanos sin trabajar integradamente, comenta.

Así, el equipo de Sistemas, a pesar de las restricciones de la pandemia, ha conseguido mantener los planes de implantación sin apenas retrasos. ¿Cómo ha sido posible? “Hemos flexibilizado nuestra forma de trabajo para compatibilizar la instalación, las pruebas y los cursos de formación de los sistemas a las nuevas condiciones de seguridad y aforo”, indica Nicolás. Por poner un ejemplo, en el año 2020, se han puesto en servicio 4 radares modo S nuevos: Barcelona, Espiñeiras, Málaga I y Girona, lo que ha supuesto el mayor número de altas en un año desde que ENAIRE está renovando los radares secundarios.

El motor del cambio: todo el equipo de Asuntos Generales

Asuntos Generales ha sido el motor del cambio en todo este tiempo. Gracias a todo su equipo, ha sido posible dar cobertura, desde el minuto uno, con el fin de que el trabajo desde casa fuera posible, haciendo entrega de equipos a todos aquellos trabajadores que lo han necesitado, así como su recogida en el momento de la vuelta.

Quizá la mayor intervención realizada ha sido en relación con la limpieza, que ha sido crucial durante toda la pandemia, reforzándola al máximo para minimizar el riesgo de contagio, así como la instalación de dispensadores de gel hidroalcohólico y su recarga permanente.

Además, “el Registro General de ENAIRE ha sufrido un cambio radical al desaparecer prácticamente el papel y, mediante la aplicación GEISER, registrarse todos los documentos tanto externos como internos de manera digital”, explica Demetrio Terrón, jefe del Departamento de Asuntos Generales.